"Fue un acto de desesperación. Escribí ese libro con lágrimas en los ojos desde la primera a la última página".
A través de la narración acotada a unas veinticuatro horas, en apariencia simple y lineal, el libro se eleva hacia cuestiones casi míticas de la experiencia humana. Una reflexión sobre la paternidad, el azar, la desgracia y el poder curativo de la literatura.